El pasado 8 de marzo y con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la Oficina de la Mujer dependiente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación publicó una nueva versión del denominado “Mapa de Género de la Justicia Argentina”.
En un trabajo colaborativo entre las distintas jurisdicciones el documento reúne información como la distribución de cargos por género según el relevo del año 2023, el análisis de chances relativas de las funcionarias de convertirse en magistradas y la evolución de distribución por género en el período 2011-2023.
El Mapa de Género representa una mirada desde la justicia y desde los derechos. Busca visibilizar -dentro de los espacios de toma de decisión judicial- un compromiso asumido en el marco de distintos Tratados Internacionales para disminuir la desigualdad entre los géneros y garantizar el acceso justo al ejercicio de los derechos. En este sentido la Oficina de la Mujer sostuvo “Si bien un alto porcentaje de mujeres logró acceder a nivel de funcionariado, el denominado “techo de cristal” ocurre a nivel de magistratura y, más aún, al máximo nivel de autoridad.”
En un mes de tanta trascendencia, la publicación es mentora para invitarnos a repensar -una vez más- la justicia y los derechos en clave de género. Es necesario mirar las cifras y estadísticas, pero no como números fríos o aislados, sino como representativos o indicadores de una realidad. Tras esas cifras: ¿Qué observamos?
En un mundo donde cada día nos conmueven distintas expresiones de desigualdad, asimetría, mandatos, barreras, estereotipos y prejuicios con vinculación al género debemos seguir trabajando desde las ciencias jurídicas, como actuales y futuros abogados para revertir aquello que nos distancia.
Todas las personas tenemos derechos humanos. A vivir sin violencia y sin discriminación, a la salud, a la educación, al trabajo, entre tantos. La igualdad entre géneros, además de un derecho fundamental, debe ser una base sólida necesaria para forjar un futuro próspero, equitativo y justo.
Aún con avances en materia legislativa y jurisprudencial que han dado lugar al reconocimiento de más derechos, el compromiso no solo es individual sino colectivo y social.
Es necesario seguir promoviendo la conciencia, el aprendizaje y la investigación jurídica para promover el respeto y la defensa integral de los derechos humanos, la igualdad de oportunidades y el acceso a la justicia como partes de una conformación inescindible para protección de todos los seres humanos sin distinción.
Por eso, este mes de la mujer te invitamos a reafirmar nuevamente el compromiso en materia de género y llevar adelante desde cada espacio pequeñas -que serán grandes- acciones para transformar realidades, intervenir en la comunidad y colaborar activamente en la búsqueda de soluciones conjuntas a los problemas comunes.
Mag. Gabriela Di Lella
Coordinadora Académica de Investigación y Capacitación Docente
Facultad de Ciencias Jurídicas
Universidad Argentina John F. Kennedy