Este mes tuvo lugar la segunda Edición del Simulacro de Juicio Penal por Jurados 2024. Una vez más, esta práctica llevada a cabo por la Facultad de Ciencias Jurídicas y el Observatorio Social Republicano de la Universidad, logró reunir a un grupo de estudiantes de abogacía que formaron cuatro equipos de trabajo. De la mano de sus coordinadores se prepararon arduamente para afrontar el desafío. Se desempeñaron en un juicio oral como abogados y utilizaron distintas herramientas jurídicas para exigir o aplicar la ley. Aprendieron diversas metodologías procesales que les permitieron elaborar estrategias para afrontar el caso y desde ese lugar analizar la prueba y construir los fundamentos jurídicos necesarios.
En esta oportunidad, se ventilaba un homicidio agravado por el vínculo en el que se encontraban cuatro personas implicadas. Tanto el equipo de fiscales como el de defensores, tuvieron que analizar la situación procesal de cada imputado y así construir una teoría del caso para cada uno de ellos. Ambos equipos elaboraron firmes y contundentes alegatos de apertura que dejaban en claro su posición y objetivo a seguir en relación a los sucesos investigados.
Para ello trabajaron con la elaboración de pruebas. El equipo de peritos presentó diversos informes tanto de medicina forense, que incluyeron fotos específicas que mostraban las heridas de bala y los golpes sufridos por la víctima, como de telecomunicaciones que mostraban los mapas del entrecruzamiento de llamadas y antenas a través de las cuales se logró ubicar a los imputados en la escena del crimen.
Los testigos por su parte, lograron conmover al público y a todos los intervinientes con relatos convincentes y múltiples detalles que permitieron a todos los estudiantes representarse los distintos momentos del suceso.
Todo ello bajo la mira y el control legal de los jueces quienes efectuaron el debido control de legalidad de cada testimonio y prueba presentada. En reiteradas oportunidades, tuvieron que resolver diversas impugnaciones, efectuadas tanto por los fiscales como los defensores, al momento de llevar a cabo los interrogatorios y contrainterrogatorios a los testigos y peritos.
En algunos casos, los imputados efectuaron sus descargos y lograron poner en duda al público. Sus declaraciones fueron firmes y dejaron pocos cabos sueltos.
Finalmente, los fiscales y los defensores llevaron a cabo sus alegatos de clausura. Con técnicas de oralidad, lograron enfatizar sus puntos de vista y en algunos casos debilitar los argumentos de la contraparte. Las defensas de los cuatro imputados lograron diferenciarse entre sí y establecer diferentes estrategias para desvincularse de la responsabilidad penal que se les atribuía.
El juicio se desarrolló bajo la mirada de los miembros del jurado, quienes escucharon atentamente a todas las partes intervinientes y, de forma conjunta, lograron llegar a un veredicto. Encontraron culpables a tres de los imputados e inocente a uno de ellos.
A la par, desde el Observatorio Social Republicano se realizó una encuesta al público, el cual también dio su veredicto. Sin embargo no coincidieron con el jurado, toda vez que, para ellos, sólo había culpables. No creyeron en la inocencia de uno de los imputados.
Participaron treinta y seis estudiantes de la modalidad presencial y a distancia desde las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Río Negro, La Rioja, Santiago del Estero, Salta y Neuquén.
Sin dudas, la experiencia resultó más que satisfactoria y se logró alcanzar los objetivos propuestos para la actividad.
Equipo de Gestión Facultad de Ciencias Jurídicas
Coordinación Observatorio Social y Republicano
Universidad Argentina John F. Kennedy