Las actividades de la vida cotidiana generan una gran cantidad de residuos. Generar basura es inevitable, sobre todo con el sistema actual de consumo. Resulta importante, tal como se expresa en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en su apartado Nro. 12, trabajar para lograr la producción y el consumo sostenible. Para hacer frente a esta problemática, resulta útil, entre otras estrategias, implementar en las comunidades la regla de las 3 R: reducir, reutilizar y reciclar, que no es otra cosa que una propuesta sobre hábitos de consumo.
Para reducir, tenemos que disminuir la suma de recursos que utilizamos, tanto los bienes como la energía. Cada vez que reutilizamos le damos a un elemento una segunda oportunidad de ser aprovechable, de ser útil, impidiendo que los productos se incorporen a la cadena de desechos, lo que ayuda a ahorrar recursos naturales y genera menos contaminación. Reciclar, a pesar de ser la R más conocida, es la menos eficaz. Cuando reciclamos es porque no pudimos reducir ni reutilizar, aun así, resulta fundamental ya que evita que una buena cantidad de residuos acaben como rellenos sanitarios o en los basurales. También con el reciclaje se obtienen materias primas para fabricar nuevos productos sin la necesidad de recurrir a la naturaleza.
Estamos acostumbrados a consumir y deshacernos de los restos, pero la basura se amontona, aunque no sea visible. Es por esto que, desde la Universidad Kennedy trabajamos para concientizar a todos los miembros de la comunidad educativa acerca de las acciones orientadas a generar cambios de hábitos encaminados al cuidado del planeta para trabajar conjuntamente con el mayor de los compromisos.
Mg. Dra. Silvia Birnenbaum
Secretaria de la carrera de Bioquímica
Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad Argentina John F. Kennedy