Hoy, 2 de abril, desde distintos rincones de nuestro país rendimos homenaje a quienes combatieron y ofrendaron su vida en defensa de nuestra soberanía en las Islas Malvinas y a quienes, con su entrega, dejaron una huella imborrable en la historia de nuestro país.
Evocar esta fecha no es solo un acto de memoria, sino un ejercicio de identidad y compromiso. Es un llamado a no olvidar que las Malvinas son y serán argentinas, que la lucha por la soberanía no es una cuestión del pasado, sino una causa que interpela a cada generación, desafiándonos a sostenerla con firmeza y convicción.
Desde el ámbito académico, nuestra responsabilidad es doble: debemos honrar a nuestros veteranos y caídos, pero también debemos enseñar las causas, las implicancias geopolíticas, las dimensiones jurídicas y las consecuencias del conflicto para fortalecer nuestra identidad y formar ciudadanos y estudiosos del derecho conscientes, capaces de defender los intereses de la Nación con conocimiento y argumentos sólidos.
Los héroes de Malvinas no solo fueron los soldados que combatieron en el frente de batalla, los pilotos que surcaron los cielos con valentía, los marinos que enfrentaron las aguas hostiles, nuestras enfermeras heroínas que brindaron asistencia en condiciones extremas y todos aquellos que cumplieron con el llamado de la Patria, sea por deber o voluntad; sino también los padres que despidieron a sus hijos con el corazón en vilo, las esposas que sufrieron la distancia y la incertidumbre, los hermanos que aguardaron su regreso con esperanza, y los civiles que, desde sus distintos lugares, apoyaron la causa con inquebrantable compromiso. Todos ellos, con su entrega y sacrificio, forman parte de la historia y la memoria de nuestra Nación.
Nuestro deber es reivindicar su lucha, visibilizar su historia y garantizar que su sacrificio no haya sido en vano.
Malvinas nos interpela como sociedad. Nos desafía a sostener el reclamo por vías pacíficas, jurídicas y diplomáticas, con firmeza y determinación. Nos obliga a reafirmar el valor de la soberanía como principio irrenunciable y a comprender que la defensa del territorio es, también, la defensa de nuestra identidad y de nuestro futuro.
Que este 2 de abril nos encuentre unidos en el recuerdo y en la acción. Que honremos la memoria de nuestros héroes con el compromiso diario de construir una Argentina más justa, más consciente de su historia y más firme en la defensa de su soberanía.
Por nuestros héroes. Por nuestra identidad. Por Malvinas, siempre argentinas.
“Trinus et unus. Vita, spiritus et societas”
Dra. Paula Costanza Sardegna
Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas
Universidad Argentina John F. Kennedy