Cada 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, una jornada que honra los logros de las mujeres de ayer y de hoy, recordando que cada paso hacia la equidad nos acerca a un futuro más luminoso y justo. Es un momento de reflexión, donde las diversas voces de mujeres de todo el mundo resuenan con fuerza y belleza.
Las mujeres del pasado, con valentía y determinación, allanaron el camino en tiempos difíciles para conquistar derechos como el voto, mejores condiciones laborales y el acceso a la educación. Figuras como Clara Zetkin, impulsora de la creación del Día Internacional de la Mujer; Simone de Beauvoir, filósofa y escritora; y Frida Kahlo, artista y pintora, expresaron sus convicciones a través de sus voces y obras. Junto a ellas, mujeres argentinas como Alicia Moreau de Justo, pionera del feminismo y defensora de los derechos de las trabajadoras; Eva Perón, promotora del voto femenino; Cecilia Grierson, primera médica del país; y Victoria Ocampo, escritora y referente cultural, entre muchas otras, alzaron sus voces, renovaron las estructuras tradicionales y dejaron huellas imborrables en la historia.
Hoy, nuevas generaciones continúan ese legado: científicas que rompen barreras, líderes sociales que defienden los derechos humanos y mujeres con discapacidad que promueven la igualdad. Todas ellas, desde su diversidad, se esfuerzan por una sociedad más justa.
En este escenario, es esencial resaltar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el ODS 5, que fomenta la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas. Esta meta nos recuerda que la equidad no solo es un ideal, sino también una necesidad para el desarrollo sostenible y el bienestar colectivo. Por ello, la comunidad universitaria debe promover el significado y la relevancia del #8M, entendiendo que la construcción de una sociedad más equitativa requiere compromiso, acción y un cambio cultural profundo.
Mujeres de distintas profesiones, etnias y culturas expresan sus ideas en nombre de la igualdad, la justicia y la paz. Su pluralidad es una fuente de fortaleza; sus historias reflejan la resiliencia y el impacto transformador de la unidad.
Este día simboliza un homenaje a los avances conquistados y al mismo tiempo, un llamado a seguir construyendo un futuro más equitativo, donde cada mujer tenga la oportunidad de desarrollar su potencial sin barreras ni discriminación. Celebramos la diversidad, la firmeza y la esperanza que impulsan el cambio en la sociedad. Continuemos tejiendo un porvenir más brillante para toda la humanidad, reafirmando nuestro compromiso de forjar un mundo donde todas puedan crecer y prosperar plenamente.
Gabriela Bukstein
Mgtr. en Ciencia Política y Docente de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Universidad Argentina John F. Kennedy
